Javier Ramón Martínez, conocido como “Patito”, nació un 9 de febrero de 1973 en la ciudad de San Nicolas de los Arroyos, fue un emblemático delantero paranaense a fines de la década del
Vistió la “celeste y blanca” en el año 1996 (23 años) y debutó un 31 de marzo, marcando su primer tanto en el triunfo 2 a 1 frente a El Fortín. En esa temporada, convirtió 8 goles y fue un compañero efectivo de Scriner, Cafiero y Agüero, moviéndose como puntero derecho o –eventualmente- como centrodelantero.
En la temporada siguiente, tuvo un breve paso por 12 de octubre, pero luego, retornó a la entidad de barrio Urquiza. Sus gritos no tardaron en llegar y de inmediato se ganó el aprecio de los hinchas.
En el año 98, fue una de los participes de la campaña que dejó a Atlético Paraná entre los cuatro mejores de la provincia, junto a Fernández, Gandulfo, Delgado, Vallanciani, Davini, Maggi, Avalos, Polverigiani
Casadei, entre otros; convirtiendo 4 goles en el torneo Argentino “B” y 10 en el torneo domestico.
Ya en las temporadas 1999 y 2000, finalizo siendo el goleador en ambos equipos (1999- 12 goles; 2000- 11 goles); exhibiendo mayor experiencia y consiguiendo ser un delantero contundente, rápido y fino. Es allí, que conformó el gran tridente ofensivo con Gustavo Delgado y Cristian Davini; y le dieron réditos al equipo que dirigía tácticamente Hugo Mastroianni.
Si bien el físico siempre le jugó en contra por su baja estatura, él se las arreglaba para generar sus propias situaciones. En 2001 y 2002, el entrenador Mastroianni, lo nombraba como uno de los referentes e indiscutido del equipo, uno de esos nombres que no se tocan. Esto le permitió la confianza suficiente para fomentar su experiencia hacia los más chicos y liderar la base del plantel que iba a disputar el torneo Argentino “B” 2002/2003.
Cerrando su magnifica carrera, “Patito” Martínez se retiro un 6 de octubre de 2002, cuando Atlético Paraná igualó 1 a 1 frente a Fútbol San Nicolás con gol de Figliani. Sin dudas, fue uno de los grandes jugadores que pasaron por el club, un delantero admirado que respondía en todas ocasiones con goles, donde su presencia era sumamente productiva en el vestuario y tenía esa “energía” que lo convertía en un futbolista diferente. En la actualidad se ubica 2º en el podio de los máximos goleadores de Paraná con 52 goles.