El sitio definido
para que su “team”- vestido de celeste y blanco - diera riendas fijas a
comenzar el campeonato de la liga, fue un terreno anexado al cuartel militar.
Ocupado antiguamente, por la “Cárcel Departamental del Norte” -comúnmente
llamada "vieja cárcel"-, Que fue demolida definitivamente en 1951,
cuando en San Nicolás, inauguraron la Unidad Penal Nº 3.
Allí, concluyeron las obras reglamentarias, un enorme
grupo de soldados, que grotescamente se exigieron, para emparejar el campo de
juego, y construir con alambre de un metro, el perímetro que lo rodea.
El soñado estreno, se dio el domingo 5 de junio, a las
09:00 horas. Cuando Belgrano y Villa Hermosa dieron el punta pie inicial del
torneo “Aniversario de Sportivo Nicoleño”.
Los años pasaron, y aunque las instalaciones mantuvieron
cierto grado de precariedad, la liga nicoleña,
la captó como epicentro futbolístico y de diferentes atracciones en la
ciudad. Fundamentalmente, cuando los combinados locales le hacían frente a Boca
Junior, Racing Club, Huracán, River Plate y hasta al gigantesco Flamengo de
Porto Alegre.
No obstante, el semblante de los años 70, fue opacado con
la llegada de la “democracia”. El fin de la junta militar, encontró a Paraná en
la senda de la desaparición, por los repetitivos reclamos del ejército, sobre
los suelos de la cancha.
Recién en 1999, el presidente Carlos Alberto Imboden,
consiguió tras varias idas y vueltas, el fallo judicial, que le restituyó la
posesión de las instalaciones de Av. Rivadavia, Necochea y Além, al Club A.
Paraná.
En noviembre del 2001, el presidente Ramón Colaluce, nombró
al estadio “Manuel Lasanta”. En homenaje, a quien dedicará toda una vida,
apoyando al club de sus amores.