En un comienzo, se estableció
detalladamente, identificar a la escuadra paranaense, con los colores azul y
blanco, representando el suelo, y río de la ciudad; según se presentó
oficialmente, en el estatuto de 1949.
Sin embargo, extrañamente, la primera
camiseta que lució el team del batallón, en el torneo preparación de ese año,
adoptó en la banda diagonal, un color más claro del azul, el “Celeste”. Bajo
esa versión, se incorporó un cuello abotonado, y un puño del mismo color, sobre
un fondo blanco. Completándose, con un pantalón negro, y medias grises.
Durante esa década, solamente, variaron
los tonos del celeste, el ancho de la banda, y el espacio que ambos ocupaban en
la casaca. Pero sin alterar la base. Salvo a principios de los 60, cuando el
presidente Ángel Pedrazzi, ordenó utilizar el color granate en sus
representativos, debido a las semejanzas observadas con los demás clubes.
Esa vestimenta, era empleada por los
soldados durante los entrenamientos militares, y exhibía, un cuello con puños
blancos, sobre un fondo bordó; mientras que, el pantalón era blanco, y las
medias grises. Tanta repercusión tomó en esos años, que fue utilizada por el
seleccionado local.
Exaltados de triunfos, la camiseta
“granate” trajo aparejado 4 conquistas (el tricampeonato de 1959 - 1960 – 1961,
y la obtención del título en 1964). En
el periodo comprendido, entre 1970 y 1979, los equipos del “Gallego” Lasanta,
sustentaron la insignia pionera, en gran parte de los torneos domésticos, y
ofrecieron una llamativa camisa en los torneos regionales.
En 1974, los batalladores y hábiles,
supieron experimentar una mínima variación en el diseño, y aparecieron,
emprendiendo lo opuesto hasta el momento; la franja blanca y el fondo azul.
Por entonces, la óptica de la talla, fue
excluyente entre década y década. Patricio Hernández, se encargó de dinamitar
con lo peculiar, y decidió, mostrar su sentido de pertenencia -luego de
desplegar su fútbol en Italia- destinando un conjunto deportivo con los colores
del Torino F.C, que llevaba grabado el emblema de C.A. Paraná en el frente, y
la cual, fue considerada por los directivos durante varias temporadas.
A partir de allí, la divisa fue
inconfundible, y convaleció hasta 1997, momento retórico en el fútbol nacional,
y desencadenante de distintos estilos, que grababan las más inhóspitas
ocurrencias. Particularmente, ese año, Paraná apeló a un diseño que desbordó
las vistas de los simpatizantes. Hugo Mastroianni, protagonizó el campeonato
con una camiseta, que desplegaba en los laterales una franja vertical de color
azul Francia, y el centro blanco. Además, incluía un escote en “V”, y las mangas
combinaban ambos colores.
La puesta más desbordante, emergió
durante el Torneo Argentino “B” 1998/99, cuando los paranaenses viajaron a Rojas
con una camiseta “amarilla y negra” para enfrentar a Jorge Newbery. La misma,
continuó usándose durante el torneo, pero únicamente, en los partidos de
visitante ¿cábala? Puede ser. Lo seguro,
es que sirvió como vestimenta auxiliar durante 5 años, ante equipos con
idénticos colores.