Se dice que el fútbol
es un estado de ánimo y pareciera que el empate con 12 de octubre le dejó una
marca al equipo de Emilio Pacheco. Por que había ganas de rebelarse ante la adversidad
y deseo de sacar a relucir lo hecho con el equipo docista; pero todo eso quedó
en el intento por que los nervios coparon la escena y, aunque las piernas querían,
la cabeza no estaba lúcida para resolver jugadas y evitar la imprecisión.
Eso se vio el sábado en el estadio de Barrio
Urquiza. El conjunto albiceleste necesitaba de una victoria para estar
tranquilo en la tabla general pero el partido con Belgrano resultó un gran desafío.
Los de calle Pellegrini venían haciendo una campaña de mitad de tabla y la
realidad era que el pueblo paranaense pensaba en conseguir un resultado
positivo.
Nada de eso paso, en el primer tiempo Marcelo Ocanto puso en ventaja al Rojo. En el
complemento, el partido se hizo de ida y vuelta; el local buscaba la paridad y
el visitante con sus réplicas complicaba hasta que aumentó la diferencia con un
tanto de Iván Olmos, tras gran maniobra de Ocanto; Atlético Paraná siguió
empujando y pudo descontar con un penal que convirtió Lucas Fanaro. Pero
Belgrano estaba mejor y dos conquistas de Luciano Daniele le permitieron
redondear la goleada.
El partido arranco con
un buen ritmo de juego y con ambos buscando apoderarse de la pelota. Aunque la
iniciativa la tomo el elenco de Gustavo Garcia. Por su parte, Paraná no hacia
todo mal dentro de la cancha, pero igual no le alcanzaba para atesorar tres
puntos en un partido. Y menos cuando Belgrano abre el marcador a través de
Marcelo Ocanto en la única llegada del primer tiempo. El equipo de Pacheco no
se desordenó del todo desde lo táctico, pero se quebró de la cabeza y así
termino la primera etapa, con un manejo de nervios ante un reloj que corría a
paso cruel y un desenlace que otra vez se intuía de manos vacías y cabezas
gachas.
SEGUNDO
TIEMPO PARA EL OLVIDO.
En el complemento
Paraná intentó ser simple y en todo momento fue consciente de que Belgrano no iba
a regalar nada. Por eso la premisa era clara, no había que desordenarse atrás. Tratar
de asegurar la pelota en el medio y que “el picante” Benítez, Carlos Maggiori y
Lucas Fanaro roten y abran espacios en la defensa del visitante. Por momentos
el libreto funcionó. Por que sin ser una maravilla los paranaenses encontraron
las primeras situaciones de gol. Pero entre los reflejos de Leopoldo Gómez y la
falta de precisión, el arco no se pudo abrir.
Lo contrario ocurrió
cuando “El Pitu” Iván Olmos se escapo del pelotón en una pelota quieta y facturó.
Ahí Paraná sintió el gancho al mentón y quedó aturdido el resto de la tarde. Emilio
Pacheco tuvo que mover obligatoriamente el banco y esperar alguna respuesta.
Mucho tuvieron que esperar
los hinchas para gritar el único tanto de su equipo, tras alentar todo el
partido contra el arco de Av. Rivadavia. Diego Lusié aguanta la pelota dentro
del área, y el defensor lo toma de la camiseta. Cesar Suárez no duda y cobra
penal para Paraná. El encargado de tomar la pelota y hacer 5 pasos hacia atrás fue
Lucas Fanaro que con un remate potente al medio puso el descuento del local.
Ahora viene el empate!!
Se gritaba en los tablones. Pero las cosas no fueron así. La falta de
concentración le jugo una mala pasada al equipo. Cuando un equipo viene torcido
paga cada falla sacando del medio. Lo mismo ocurre cuando ataca y pone
jugadores cara a cara con el arquero rival, siempre hay un pero y una excusa,
pero la pelota no entra. Ataja el arquero, el tiro sale mordido o un defensor
llega justo al cierre. Esto le pasó a los paranaenses las veces que tuvieron a
sus delanteros en posición de gol. Incluso antes de que llegue el tercero,
Diego Lusié solo frente a Gómez, se la tira a las manos.
DANIELE
DEFINIÓ EL PLEITO.
El equipo lo que no
definía lo pagaba. Belgrano con muy poco hizo meritos para convertir 2 goles más,
y cerrar una tarde para el olvido. Luciano Daniele se encargó de amargar la
tarde. El delantero no perdonó ninguna y estampó un gol tras otro. Dejando en
claro que el grupo necesita como el oro una mueca de optimismo que solo se
conseguirá con un triunfo ante Fútbol San Nicolás. Se esta muy a tiempo para
corregir algunos errores. La
Liguilla esta cerca y es trascendental recuperar la
confianza.